Martina Portocarrero ¡La Canción de Los Humildes…!

En estas horas aciagas, en que el dolor cobija este corazón y me hace palpitar cada canción que dedicas a los humildes, me recuerdo haberte escuchado, sin haberte conocido, me has acompañado a mí y a mi familia cuando así lo hacían posible las ondas sonoras de la radio; me has acompañado en las reuniones con mis cumpas del FAS, en donde tus canciones eran himnos nuestros que nos colmaba de valor para iniciar, sostener o avanzar en las luchas justas. Me has acompañado para enamorarme. Me has acompañado en mis días solitarios, en que la conciencia tiene el deseo de reafirmar las convicciones, también has estado a lado mío en las rutina de los días, como hace dos días estábamos en el cumpleaños de mi cumpa cantando la “Flor de retama”.
Hoy que te embarcas sin retorno al otro mundo, recibe nuestra marcial despedida de nosotros los anónimos, que ahorita mismo estamos cantando tus canciones con un nudo en la garganta, como el sincero homenaje póstumo que reciben los hijos queridos del pueblo, conociéndote como eras, seguro no estarás contenta de emprender esta marcha, de seguro hubieses deseado seguir caminando cual trovadora por estas tierras peruanas, acompañado en cada lucha popular justa, inspirando con tu canto la sublevación de la conciencia, el despertar de los humildes, el clamor popular, son tus canciones disertaciones políticas con acompañamiento musical, son odas a la luchas, son también la remembranza del luto adorable del pasado injustamente olvidados.
Ahora que te vas, donde ya se han ido multitudes de humildes, sigue cantándoles las canciones de los humildes y mantenga firme la voz artística de protesta si al caso allá existe un sistema como el terrenal. Mientras los que nos quedamos todavía, haremos vibrar nuestras almas con las canciones tuyas como esta…